Las marcas blancas aparecen en todos los lugares, independientemente de la condición socio-económica, los productos del distribuidor están presente en una cantidad prácticamente idéntica y se mezclan con los de marcas de fabricantes independientes Esta es una de las conclusiones de un estudio elaborado, "Todos pensamos que la marca del distribuidor es para la gente que no tiene dinero, pero no es así. No es para gente ni rica, ni pobre. Es para todo el mundo que las elige".
Las marcas blancas, han ido afianzándose poco a poco en el mercado español, su rápido crecimiento durante los años más duros de la crisis vinculó su éxito, principalmente al bajo precio.
Actualmente la cuota de mercado de las marcas blancas se sitúa en el 33,9%. Eso es una facturación sobre el total, es decir, en porcentaje de dinero invertido en la cesta de la compra. En volumen, sin embargo los productos del distribuidor son los que más se venden: en 2014, el 55,% de las unidades de gran consumo compradas por los españoles(botes de champú, latas de tomate o cajas de cereales, por ejemplo) se correspondían a artículos de marca blanca, frente al 44,4% de las firmas del fabricante.
Los segmentos de clase media y baja son los que tienen el carro de la compra más parecido: cerca del 55% de las unidades que llegan a sus despensas son de marca blanca. Entre ambos grupos se sitúa el bloque de clase media-baja, que se decanta más por la marca blanca (57%). Y la clase alta y medio-alta, la que menos artículos de los distribuidores se lleva, pero con una diferencia no llega ni a tres puntos sobre la media (53%).
Sergio Ureña, 1ºA
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